lunes, 12 de marzo de 2012

Manu Chao

es sencillo... deambulo por las calles dormidas de barcelona, decido acercarme al "mariachi", seguramente sugestionado por tu ímpetu de conexiones amoroso-musicales, me tomo una cervecita acodado a una charla amiguera, salgo a la callejuela a quemar un cigarrito, y entre el humo disperso de una espera, lo veo salir por la puertita... chaqueta naranja tipo antártica, con un sol conceptual en la espalda, pantalones treckineros blancos de bolsillos infinitos, un gorro con orejeras de vaya uno a saber qué telar andino... 5/6 personas, jóvenes de presencia fortuita igual que yo, lo rodean, le charlan, se hacen fotitos de móviles actualmente dispuestos; él, sencillo, pequeño y atractivo, responde, sonríe y pienso: una noche en la vida de un tal manu chao, en la oscuridad rutinaria de una urbe cercana al mediterráneo... aquí está su presente y el mío azarosamente confluyentes, y desde mi distancia asombrada, y a la vez natural, sin exceso de molestia, le levanto la mano aprovechando un espacio de su soledad rodeada; de respeto se hace el encuentro visual, me responde con un gesto afectivo y agradecido, imperceptible en su infinito adulado, seguramente... y así fue; lo vi marchar en bicicleta como uno más, como alguna vez lo vi pasar hace años con otra chaqueta y otro gorrito que ahora se me antojan podrían ser los mismos, para hacer de lo natural su mejor recuerdo...