jueves, 1 de septiembre de 2011

Tierra Azul


Aquí queda el hueco; para mi y para todos.

Es el mismo hueco que festeja, paradójicamente, 
la coexistencia, la vida compartida; y que en la memoria fragua, 
bendita suerte, el amor incondicional que nos ofrecemos. 

Asumiendo que nada será lo mismo, renovarse o morir, 
es nuestra sabiduría pendiente con esta vida. Gracias por hoy, es, 
en definitiva, la mayor de nuestras certidumbres; al menos la mía.

Te abrazo remotamente.
 
En el confín de la lucidez y la libertad, estarás siempre 
para recordarme empíricamente, lo que es amar con la verdad; 
con todas nuestras humanas imprudencias y limitaciones. 

Ahí queda la tierra azul... donde sé que puedo encontrarte.