No nos tocó la guerra.
Nos tocó la ignorancia o la indiferencia. La memoria de los otros, no es nuestra; pero acecha. Nos llegaron libros, fotos, historias, estadísticas, pero no su experiencia; inobjetable colofón de los enigmas, donde atestiguan las causas y los efectos. Esto es lo que expande; donde cobran vida el azúcar, la sal, una miga de pan, una noche abrigada...
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